Antes de comenzar todo mi speech del Clásico 207 del futbol mexicano, creo que esta sección debería cambiar de nombre; sí, debería llamarse "Del Corazón Roto". A lo largo de estas líneas se darán cuenta por qué creo ese cambio de nombre.
Domingo 4 de Abril del 2010, Guadalajara, Jalisco. Parecía una tarde normal en la llamada "Perla Tapatía", pero no, era una tarde de fútbol, una tarde de superclásico. Las calles normalmente están llenas de gente que pasea un domingo por la tarde y esta vez no fue la excepción. La parte curiosa llega en que los colores más abundantes eran los de la remera rojiblanca y uno que otro con la azulkrema bien puesta.
Así es como cuentan que fue el previo al superclásico mexicano número 207. Las barras de chivas llegaban al Estadio Jalisco, cómo siempre mayoría. Por su parte, las barras del América se acercaban, en un número inferior pero alentando de corazón (como siempre se hace cuando se ama a este equipo amarillo). Sigo con la discusión de que nunca dejarán entrar a la gente que sea del América porque saben que les copamos el estadio, pero bueno, ese es otro tema.
Comenzó el clásico, América era dominante y tuvo muchas oportunidades de gol. Guadalajara también tuvo sus oportunidades, pero en menor número que el conjunto capitalino. El primer tiempo terminó cero a cero. Llegó el segundo tiempo y con ello más oportunidades para los de Coapa, cosa que nunca aprovecharon gracias a la gran puntería de Tony López. Chivas no llegaba mucho, pero cuando llegó la metió. Omar Arellano nos la volvió a aplicar y con ello nos quitarían las pocas ilusiones de conseguir los tres puntos de visita. Así fue el clásico.
Después de describir, brevemente, lo que fue el juego; puedo emepezar a escribir lo que más me duele en esta vida, pero a la vez, hacer una crítica de lo que pasó:
De verdad no puede ser que haya gente en el América que no sepa lo que es estar en esta grandísima institución. No es posible como los jugadores muestren ese nivel tan deplorable cuando se supone que son profesionales y de alto rendimiento. No puede ser que la directiva esté tomando tan malas decisiones como para estar así de mal en este torneo.
Lo de Guillermo Ochoa ya es muy preocupante. En lo particular, ya no quiero que sea el titular de la Selección Mexicana de Fútbol. Claro que mucha gente dice que no hay que dejarse llevar por lo que ha hecho contra Corea del Norte, Puebla y ahora contra Chivas; pero lo cierto es que su nivel ha bajado mucho y todavía tiene mucho que mejorar. En cambio, Michel hace bien su trabajo, no tiene tantos errores y me daría más confianza que Memo Ochoa.
Mucho se dice que el portero de Chivas no tiene la suficiente experiencia como para estar de titular en Sudáfrica 2010. Lo que yo pienso es que contra los europeos, dentro de la gira de preparación, se turnen los dos porteros; es decir, un juego Ochoa, otro Miches y así. Sólo de esa manera se verá quién es el que llega con el nivel más óptimo para el primero juego contra los "Bafana Bafana" en el Estadio Soccer City.
Regresando al juego, no se trata de encontrar una manera de justificar las derrotas, simplemente veo lo que pasó y de que mi equipo cada vez está cayendo más feo. Pero claro, el dueño, el señor Azcárraga, pone a sus amigos a jugar a ser el presidente del equipo más importante de México. Sí, estoy hablando de Michel Bahuer, una persona sacada de Fundación Televisa que no sabe nada de fútbol, sabe mucho de negocios, pero de fútbol no sabe nada.
Él fue quien trajo a Jesús Ramírez, quién jamás tuvo que salir de la dirección técnica de las selecciones menores. Ahí si hacía un excelente trabajo, él no está preparado para llevar las riendas en un equipo que los medios estén criticando, presionando y exigiendo cada ocho días que tengan partido. Son cosas que se tienen que evitar, pero bueno, ahí no se pude hacer mucho.
La solución, sería hacer una verdadera reestructuración y no la jalada que hicieron hace poco tiempo. América necesita un cambio drástico, necesitamos volver a lo que éramos en los 80's, necesitamos volver a ser los protagonistas torneo tras torneo. Pero claro, eso jamás se logrará si se sigue trabajando como ahora. La pregunta es: ¿Hasta cuando habrá un verdadero cambio?
Erick Morales Paniagua
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